Decidir qué canciones o piezas musicales acompañan una producción audiovisual es un trabajo tanto de razón como 
de oído. Exige atender a aspectos del guión que puedan dar pistas no sólo sobre el lugar y época en los que transcurre
el relato, sino también de las dinámicas sociales de sus protagonistas (clase, formación, vínculos), las posibles referencias históricas que ubiquen con precisión lo que 
se muestra, y el ancla a comunidades particulares, cada
una con sus señas de identidad.